La segunda década del siglo XXI ha dispuesto las condiciones culturales, sociales y económicas para la revolución de la tecnología educativa, la cual está transformando a todos los ámbitos de la educación y el aprendizaje humano. Hace algunos años comenzaron los primeros trazos de esta transformación con el uso de las primeras plataformas para la administración del aprendizaje conocidas como LMS (por las siglas en inglés de Learning Management Systems), las cuales integran materiales didácticos tradicionales digitalizados, aplicaciones interactivas y notas electrónicas. Sin embargo, los avances en las metodologías de enseñanza en combinación con el uso de aplicaciones inteligentes están comenzando a capitalizar procesos disruptivos que han creado mundos virtuales, a los que se puede accesar desde cualquier dispositivo y en cualquier parte del mundo.
La teoría del aprendizaje social data de los albores del siglo XX donde Cornell Montgomery propuso un proceso basado en cuatro aspectos: el contacto cercano, la imitación, la compresión de los conceptos y comportamiento del modelo a seguir. En nuestros días, una versión renovada de esta propuesta toma fuerza cuando se recompone gracias a la transculturación tecnológica donde la hiperconectividad, los usuarios con muy altos niveles de disponibilidad e interacción en línea y la fuerza desmedida de la influencia impulsada por las redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram o Snapchat, dictan tendencias educativas como el Aprendizaje Social, donde todos los beneficios sensoriales, psíquicos e incluso los fisiológicos de esta redes cibernéticas impulsan el rápido aprovechamiento de un acervo inmenso que permite a los usuarios su descubrimiento e interacción para contribuir, conservar, buscar o aplicar todo tipo de conocimientos y herramientas.
Gráfica del Ciclo evolutivo de nuevas tecnologías aplicadas a la educación, publicada por Gartner (https://www.gartner.com) en julio 2016, donde se muestran las principales tendencias y el tiempo que les tomará para llegar a la productividad plena.
En ella podemos observar que en el corto plazo tenderemos disponibles diferentes herramientas inteligentes como las Plataformas Adaptivas de Aprendizaje, que tienen la capacidad de presentar el material de acuerdo con el desempeño de cada estudiante o la “Gamificación” que aterriza los procesos educativos a diferentes formatos de juegos electrónicos para una experiencia de aprendizaje constructivista netamente digital.
Con este escenario, las empresas no solo enfrentan necesidad de adoptar estas tecnologías sino la decisión de cuanto y como invertir en ellas además de asumir la responsabilidad de incorporarlas en el proceso de evolución tecnológica de las operaciones centrales del negocio. El uso de esta innovación educativa impacta directamente en la competitividad, pero requiere de un esfuerzo organizacional importante para incorporar analistas que puedan explotar toda la información derivada de su aplicación, así como tecnólogos especialistas en las áreas educativas y pedagógicas, capaces de programar y afinar las diferentes herramientas adquiridas para lograr su correcto uso y aplicación.
Es en este punto donde las PyMes conformadas por los Millenials tienen la ventaja de aprovechar todas las aplicaciones gratuitas y el acervo de conocimientos que se comparte en las comunidades interconectadas por las redes sociales gracias a su facilidad para la adopción de nuevas tecnologías y la ideología de interactuar para compartir experiencias y conocimientos.
Por todo lo anterior, los empresarios, sin importar el tamaño de su compañía, deben estar cada vez más conscientes de la importancia mantenerse al día en los conocimientos requeridos para su negocio, así como la manera en que sus empleados y ellos mismos van a acceder a ellos.
Y usted… ¿Ya lo tiene contemplado?
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